jueves, 30 de enero de 2014

Antorcha 8. Año de la Familia
Actividades de la vida de la Iglesia. Semana del 27 de enero de 2014
Autor: Varios | Fuente: Santa Sede
El comienzo de la vida pública de Jesús, partiendo de la "Galilea de las gentes", como la llama el profeta Isaías, ha sido el tema de la reflexión del Papa Francisco durante el Ángelus dominical, junto a los miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro.

La misión de Jesús,- ha dicho - "no parte de Jerusalén, es decir del centro religioso, social y político, sino de una zona periférica, una zona despreciada por los judíos más observantes, con motivo de la presencia en aquella región de diversas poblaciones extranjeras. ...Es una tierra de frontera, una zona de tránsito donde se encuentran personas diferentes por raza, cultura y religión. Galilea se convierte así en el lugar simbólico para la apertura del Evangelio a todos los pueblos. Desde este punto de vista, Galilea se parece al mundo de hoy: por la coexistencia de diversas culturas y la necesidad de confrontación y de encuentro. También nosotros estamos inmersos cada día en una ""Galilea de las gentes", y en este tipo de contexto podemos asustarnos y ceder a la tentación de construir recintos para estar más seguros, más protegidos. Pero Jesús nos enseña que la Buena Nueva que nos trae no está reservada a una parte de la humanidad, hay que comunicarla a todos. Es un anuncio gozoso destinado a cuantos lo esperan, pero también a los que quizás, ya no esperan nada y ni siquiera tienen fuerzas para buscar y pedir".

Partiendo de Galilea, Jesús "nos enseña que nadie está excluido de la salvación de Dios; al contrario, que Dios prefiere partir desde la periferia, desde los últimos, para llegar a todos. Nos enseña un método, su método, que expresa también un contenido, es decir la misericordia del Padre: ...Todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio".

Jesús comienza su misión "no sólo desde un lugar descentrado, sino también con hombres que se dirían "de bajo perfil". Para elegir a sus primeros discípulos y futuros apóstoles, no se dirige a las escuelas de los escribas y de los doctores de la Ley, sino a las personas humildes, a las personas sencillas, que se preparan con esmero a la llegada del Reino de Dios. Jesús va a llamarlos allí donde trabajan, en la orilla del lago: son pescadores. Los llama, y ellos lo siguen inmediatamente: Su vida se convertirá en una aventura extraordinaria y fascinante".

"El Señor llama también hoy -ha finalizado Francisco- El Señor pasa por los caminos de nuestra vida cotidiana; también hoy, en este momento, aquí, el Señor, pasa por la plaza. Nos llama a ir con Él, a trabajar con Él por el Reino de Dios, en las "Galileas" de nuestros tiempos".

sábado, 25 de enero de 2014

Hablar con Dios es orar

Hablar con Dios es orar
En la búsqueda y la necesidad de encontrar a Dios, la oración es el medio propicio para ello. 
Autor: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net

El mundo nos empuja. Aturdidos corremos sin parar. Empieza el día y la angustia de las prisas nos consume y cuando termina el día una fatiga especial se incrusta en nuestro ser y ya no damos para más. Pero el hombre tiene algo más que hacer.

Está comprobado que el ser humano tiene tanta necesidad y urgencia de alimento espiritual como corporal.

De ahí la razón imprescindible de buscar algo que no nos haga caminar o correr con los ojos puestos en la tierra, en lo material y encontremos unos momentos( que es muy poco) para dedicárselos a Dios por medio de la oración. Decía Santa Teresita del Niño Jesús en una simple respuesta de lo que es la oración: "La oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría".

¿Y por qué los hombres y mujeres ya no rezan?. Los jóvenes porque piensan que es un algo "pasado de moda", los adultos porque, como acabamos de decir, no tenemos tiempo, corremos demasiado y los más viejos porque se les ha enfriado el corazón y, aquejados de malestares propios de su edad, solo se miran a sí mismos y no tienen mas que ese afán.

"Como un acto de amor y adoración hacia aquel del que proviene la maravilla que es la vida. De hecho, la plegaria representa el esfuerzo del hombre para comunicarse con un ser invisible, creador de cuanto existe, suprema sabiduría, fuerza y belleza, Padre y Salvador de cada uno de nosotros."

"Los simples sienten a Dios con tanta naturalidad como el calor del sol o el perfume de una flor. Empero ese Dios, tan abordable para aquel que sabe amar, se oculta a quién no sabe sino comprender."

"El cristianismo puso a Dios al alcance del hombre. Le dio un rostro. Se convirtió en nuestro Padre, nuestro Hermano, nuestro Salvador. Al trasformarse en hábito la plegaria comienza a actuar sobre el carácter. El contacto con Dios impregna paz."

Muchos otros conceptos valiosos encontramos en el escrito de este autor de "El poder de la plegaria".

La oración o plegaria no tiene que ser complicada. Ha de ser sencilla y natural. Ha de brotar del corazón. En la búsqueda y la necesidad de encontrar a Dios, la oración es el medio propicio para ello.

Dios busca al hombre, lo llama y en la plegaria está la respuesta del hombre a Dios. Sea corta o larga, sencilla o elevada, la plegaria debe ser algo parecido a la conversación de un niño con su padre.

También las fórmulas recitadas muchas veces maquinalmente son, de alguna manera, una plegaria.

Si tenemos tiempo para tantas cosas ¿cuál es la razón para no tener tiempo para Dios? Tal vez sea porque en el subconsciente existe un miedo de entablar una relación con El, porque esa relación nos compromete a un cambio en nuestro cómodo estilo de vida.

"Piensa en Dios más a menudo de lo que respiras", decía el filósofo griego Epicteto. Si no tenemos costumbre de orar, empecemos HOY.